Padres, hijos y el fútbol

Pautas para padres y madres que quieren hacer de sus hijos unos buenos deportistas.

¿Por qué juegas al fútbol? Os animamos a que hagáis esta pregunta a vuestros hijos. Lo más probable es que respondan: “Porque me gusta”.
Uno de los objetivos que como padres y madres de un niño que juega al fútbol es conseguir que la respuesta “Porque me gusta” se mantenga durante toda su vida deportiva, es decir, debéis ayudarles a crecer como deportistas y que disfruten de lo que hacen y evitar con algunos de vuestros comportamientos que vuestros hijos no sientan el apoyo y la comprensión que les dais. Los niños tienen derecho a disfrutar y pasarlo bien practicando deporte y no sentirse presionados y obligados a ganar a toda costa.
¿Cómo podéis conseguir esto?
Lo primero: No le trates como un adulto en miniatura, es un niño y no olvidemos el concepto “jugar” al fútbol. Es un juego pero también es competición y debemos enseñarles a competir adecuadamente, realizando un juego limpio. Acompañarles desde la grada fomentando ese juego limpio será fundamental.

Antes de un partido:
Vete con él, pregúntale como se encuentra, anímale y dale seguridad en lo que va a hacer. No le presiones con frases del tipo: “Tienes que ser el mejor”, “A ver cuantos goles metes” o le des instrucciones, él ya tiene un entrenador que le dirá lo que tiene que hacer.

Durante el partido:

• Intenta no hacer de entrenador desde la grada. Le despistarás y estará pendiente de ti en lugar de estarlo del partido.
• Durante los partidos tu hijo está aprendiendo a respetar, a tolerar, a colaborar, a valorar a los demás y a si mismo, sirve de ejemplo desde la grada. Respeta, tolera, valora a los demás y colabora con los otros padres para que vuestros hijos se sientan orgullosos de vosotros.
• Respeta las decisiones de los entrenadores y de los árbitros.
• Anímale sin condiciones, no solo cuando gane, meta gol o haga algo muy bien, anímale por intentarlo y por esforzarse.
Los niños os miran desde el campo: sed un ejemplo de comportamiento para ellos. No grites, insultes, discutas, pierdas el control…podría llegar a pedirte que dejases de ir a sus partidos.

Después del partido:
Algunas veces perderá. No le riñas por la derrota, ni le hagas sentir culpable. Seguramente él ya se sentirá bastante mal, intenta animarle y valorar con él los aspectos positivos, el esfuerzo, el respeto al rival, el compañerismo, la cooperación con sus compañeros.
Si gana, es importante valorar el trabajo en equipo y no premiar sus individualidades. Evitar el “Te doy un euro por gol que marques”. Pregúntale :¿Que has aprendido en este partido? ¿Cómo te lo has pasado?
Cambiemos las preguntas: ¿Cuántos goles has marcado? ¿Habéis ganado? ¿Cómo habéis quedado?. Por: ¿Qué tal habéis jugado? ¿Lo has pasado bien? ¿Te has divertido?